Venus en la Astrología (eBook)

La guía definitiva sobre el planeta del amor y del romance

Mari Silva (Autor)

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2021 | 1. Auflage
115 Seiten
Mari Silva (Verlag)
979-8-201-20731-1 (ISBN)

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Textauszug

Venus era la diosa romana del sexo, el amor, la fertilidad y la belleza. Por así decirlo, los romanos se apoderaron de muchas deidades griegas. Por ejemplo, Hefestos se convirtió en Vulcano, Zeus en Júpiter y Afrodita pasó a llamarse Venus. La principal diferencia entre Venus y Afrodita es que la primera tiene más habilidades que la segunda. También era la diosa de la prostitución y de la victoria. La Teogonía de Hesíodo afirma que después de que Urano fuera castrado por su hijo Saturno (Cronos) con una hoz, su sangre y su semen cayeron al mar, y como resultado nació Venus de la espuma del mar.

Venus y sus amantes

Venus tuvo dos amantes: Vulcano, también llamado Hefestos; y Marte, también llamado Ares. Se vio atrapada en un matrimonio sin amor con Vulcano, y no tuvieron hijos. Vulcano tuvo hijos con otras cuatro mujeres (que sepamos), y Venus estaba de acuerdo con sus actividades extramatrimoniales. La relación más larga que tuvo fue con el dios de la guerra, Ares/Marte, hijo de Juno y Júpiter. Mientras que Marte era brutal y agresivo, Vulcano tenía un carácter más dulce. Sin embargo, Venus se había enamorado del primero.

Helios (o Sol, el dios del sol en la mitología romana y griega) descubrió el romance entre Venus y Marte e informó a Vulcano. En venganza, Vulcano creó una red invisible y la colocó alrededor de la cama de su amante. Cuando Venus llevó a Marte de vuelta a casa, ambos quedaron atrapados en la red, lo que resultó muy embarazoso y humillante para los amantes. Vulcano llamó entonces a todos los dioses para que entraran en el dormitorio y observaran al dúo atrapado. Los dioses, siempre en busca de diversión, entraron a observar. Vulcano disfrutaba con ello porque, de pequeño, se burlaban y se reían de él por ser feo, y ahora era él quien se reía en su lugar.

Venus y su descendencia

Tuvo muchos hijos de varios dioses. Con Marte tuvo a Timor (Fobos), que personificaba el miedo; a Mesus (Deimos), que representaba el terror; a Concordia (Harmonía), que encarnaba la concordia y la armonía; y a Cupido (Eros), un grupo de deidades aladas que personificaban diversos aspectos del amor. Cómo pudo Venus ocultar cinco embarazos de Vulcano es algo que debemos atribuir al absurdo de los mitos.

Según Ovidio, la diosa griega Afrodita tuvo a Hermafrodito con Hermes. Este niño era la androginia y el afeminamiento personificados. También, con Hermes (Zeus), tuvo a Fortuna (Tique), que representaba el destino y la suerte en la filosofía y la religión romana.

Venus también tuvo un hijo con Baco llamado Príapo, una deidad menor y dios de la fertilidad, a menudo representado con un falo desproporcionadamente grande. Las Gracias (personificaciones del encanto, la belleza y la gracia) también se consideran hijos de Baco y Venus, pero es más probable que se hable de ellos como hijos de Eurínome y Júpiter. Sin embargo, pertenecían al séquito de Venus, al igual que Suadela (Peito), la diosa de la persuasión en el amor, el romance y la seducción. Algunos dicen que la capacidad de Venus para amar a tantos y tener muchos hijos podría tener algo que ver con que era el poder de los genitales de Urano, que Saturno había cortado, y que la sangre, los testículos y el pene se mezclaron con la espuma del mar para crear esta diosa del amor.

La diosa del amor se enredó románticamente con los mortales. Un rey siciliano fue también su amante, y tuvieron un hijo llamado Érice. Con Faetón también tuvo a Sándoco. Los más famosos de sus amantes mortales fueron Adonis y Anquises. Venus se enamoró del primero por su belleza o por un error del arco de Cupido. Pidió a Proserpina (Perséfone) que cuidara de él hasta que estuviera preparada para venir a por él, pero la otra diosa también se enamoró de Adonis, y se pelearon por él. Por ello, Zeus consideró oportuno que Adonis pasara un tercio del año con cada diosa y un tercio donde quisiera estar. Al final, pasó su tiempo con Venus hasta que su amor se truncó cuando un jabalí lo mató.

La diosa celosa

Uno de los mitos más relatados de Afrodita/Venus es el inicio de la famosa guerra de Troya. Junto con Atenea y Hera (también diosas), Afrodita había sido invitada a la boda del rey Peleo con Tetis, la ninfa del mar. A Eris, la diosa de la discordia, le enfureció que no le dieran una invitación, por lo que arrojó una manzana de oro con una etiqueta que decía: «A la más bella», que cayó en medio del piso. El problema era que Venus, Atenea y Hera se consideraban a sí mismas «las más bellas», por lo que se pelearon por la manzana.

Cuando Zeus se negó a elegir la más bella de todas, las diosas buscaron entonces a Paris, el príncipe de Troya, para que decidiera. Todas le ofrecieron sobornos para que las eligiera. Le costó mucho rechazar el soborno de Afrodita porque esta le dijo que Helena de Troya, la mujer más bella del mundo, sería suya si la elegía. El problema con esto (además de regalar personas como trofeos) era que Helena estaba casada con el rey Menelao de Grecia. Cuando Paris secuestró a la esposa del rey con la ayuda de Afrodita (hizo que Helena se enamorara de Paris), esto desencadenó la guerra de Troya. Afrodita también convenció a Ares para que apoyara a los troyanos, irónicamente. Al principio, se había mostrado indiferente, prometiendo tanto a su hermana Atenea como a su madre Hera que se pondría del lado de los griegos hasta que Afrodita ejerciera su magia sobre él.

Anquises era un príncipe dárdico del lado de Troya durante la guerra, fue seducido por Venus. Se disfrazó de princesa frigia para ganarse su afecto, manteniendo su divinidad en secreto hasta nueve meses después. Entonces presentó a Eneas a Anquises como su hijo. Venus le advirtió a su amante que no anduviera presumiendo de su aventura, o Júpiter lo castigaría. Pero, por supuesto, se jactó, y por ello, el rayo de Júpiter lo incapacitó.

Sin embargo, Eneas el troyano tuvo el destino de fundar Roma bajo la guía de Venus. Su hijo, Julo (Ascanio), rey de Alba Longa, fue el antepasado de Rómulo y Remo, los fundadores de Roma. También fue el antepasado de la gens Julia, la familia que engendró a Augusto (Octavio) César, Julio César y muchos otros.

Venus en otras culturas

En la cultura romana existen otras deidades, además de Venus, que encarnan la esencia de esta diosa. Por ejemplo, en la antigua Mesopotamia (actual Irak), Ishtar, la reina del Cielo, era una de las deidades femeninas más veneradas del país. Ella y la diosa sumeria Inanna (o Inana) comparten muchos rasgos.

«Ishtar» proviene de la lengua semítica acadia. Ese nombre se le atribuyó a la diosa mesopotámica alrededor del año 23000 a. C. Tiene muchos aspectos, pero adopta tres formas principales. En primer lugar, es la diosa de la sexualidad y el amor y, por tanto, de la fertilidad. Por consiguiente, es responsable de toda la vida, aunque no se la considera una diosa madre. En segundo lugar, se la suele representar con alas, portando armas, pues también se la conoce como la diosa de la guerra. Su último aspecto es el celestial, donde representa la estrella de la mañana y la de la tarde, también conocida como Venus.

Uno de los mitos más conocidos de Inanna o Ishtar habla de cómo se enamoró de un pastor llamado Dumuzi (o Tammuz) y se unió a él mediante el ritual del Matrimonio Sagrado, reclamándolo como su amante. Poco después, el pastor murió. Una versión del mito dice que unos asaltantes lo asesinaron y que su madre, su esposa y su hermana lo lloraron. En otra versión, Inanna viajó al inframundo, y la única forma de que le quedaba era ofrecer a Dumuzi como reemplazo para el sacrificio. Así, durante seis meses al año, vuelve a la Tierra para ser sustituido por su hermana en el inframundo, que fue como Dumuzi se convirtió en el dios moribundo renacido sobre la fertilidad de la tierra, al que los agricultores rezaban o agradecían en una sequía o una cosecha abundante.

Amor, sexo, Inanna

Al igual que Venus, Inanna tuvo muchos amantes. En la Epopeya de Gilgamesh, el héroe de la historia rechaza las insinuaciones de Inanna, señalando que todos sus amantes suelen acabar con destinos terribles. Otros mitos dicen que Ishtar tiene el poder de la lluvia y las tormentas. En el mundo divino, hace la guerra y roba los oficios sumerios o «me» de Enki, otro dios. Los me son principios y poderes divinos que permiten que las instituciones y el orden continúen, y como resultado, conducen a la civilización tal y como la conocemos. Que Ishtar/ Inanna los posea todos la convierte en una diosa muy prodigiosa.

Naturalmente, el Matrimonio Sagrado es un ritual relacionado con el culto a Inanna. En este ritual, un gobernante masculino representa a Dumuzi. Dado que la única referencia que tenemos de esta práctica es en la literatura, no está claro si se trata de una...

Produkt-Details

• Erscheint lt. Verlag: 24.9.2021
• Verlagsort: Njurunda
• Sprache: spanisch
• Themenwelt: Sachbuch/Ratgeber ► Gesundheit / Leben / Psychologie ► Astrologie
• Themenwelt: Sachbuch/Ratgeber ► Gesundheit / Leben / Psychologie ► Esoterik / Spiritualität
• Schlagworte: Astrología Planetaria • Belleza y Venus • Energía de Venus • Influencia romántica • Planeta del Amor • Romance en Astrología • Venus en la Astrología • Venus en los Signos • Venus y la Armonía • Venus y las Relaciones
• ISBN-13: 979-8-201-20731-1 / 9798201207311