La dimensión de la verdad y la función de la escritura en la enseñanza de J. Lacan (eBook)
200 Seiten
Editorial Bubok Publishing (Verlag)
978-84-685-2432-0 (ISBN)
Ana Kristy Wiener Sosa, natural de México, ha escrito en diversas revistas digitales como 'El rey está desnudo', 'Elsigma', 'Consecuencias'. Psicoanalista lacaniana, se dedica a la clínica y a la investigación hace varios años. Egresada de la Universidad de Buenos Aires con mención honorífica, donde ha estudiado un magister en psicoanálisis y cursa actualmente un doctorado.
Ana Kristy Wiener Sosa, natural de México, ha escrito en diversas revistas digitales como "El rey está desnudo", "Elsigma", "Consecuencias". Psicoanalista lacaniana, se dedica a la clínica y a la investigación hace varios años. Egresada de la Universidad de Buenos Aires con mención honorífica, donde ha estudiado un magister en psicoanálisis y cursa actualmente un doctorado.
Capítulo I
La verdad se sujeta a las leyes del significante
1.1. De la «exactitud» freudiana
Este capítulo reseña la importancia de la palabra como lugar de la verdad en relación al Otro y al deseo. El deseo se despeja a partir de la castración y a ella se dirige la dimensión de la verdad, a esta castración a la que se tiene horror. Tanto la ficción del fantasma como el mito son modos de velar este horror, por ello se abordarán en su oportunidad, no sin plantear la verdad como lo que se juega a partir de la condición significante y la verdad en relación al sufrimiento.
Este primer apartado sitúa el antecedente freudiano de Lacan. Vamos desplegar de modo preliminar a qué nos referimos con la verdad desde una perspectiva freudiana.
A partir del procedimiento catártico inaugurado por Josef Breuer1, que se basaba en la hipnosis del paciente con la cual se construía una suerte de anamnesis del síntoma, Freud pudo dar respuesta a aquello que para él se presentaba como un interrogante: cómo puede un síntoma ser efectivo sin lesión orgánica.
En este contexto se sitúa el disentimiento de Freud con respecto a la ciencia médica, pilar importante que le permitió escuchar algo del orden del sufrimiento en los síntomas que no presentaban lesiones orgánicas. Estudiar las cosas antes que leerlas en los libros2 fue funcional, porque le permitió alejarse de la ciencia médica y suponer la importancia etiológica del traumatismo sexual en la neurosis. En este escenario, Freud va a anclar la verdad «oculta» del padecimiento.
La etiología sexual estaba en boga en aquella época. Freud señala que ya lo había escuchado de boca de sus maestros3, sin embargo, podríamos decir que fue él quien contrajo matrimonio con esta orientación y la llevó a su última consecuencia: inaugurar el psicoanálisis.
Pero antes de llegar ahí, situemos cómo se dio el proceso, pues este incide en la concepción de la verdad. A partir de la beca que recibió para ir a estudiar con Charcot4 y de los intercambios con este, Freud propuso un plan de trabajo en donde comparaba las parálisis histéricas con las parálisis motrices para argumentar la hipótesis de que las primeras se correspondían a las fallas de las representaciones del cuerpo en el uso cotidiano y no anatómico del lenguaje. En este orden, Freud pudo localizar la verdad de los síntomas en la historia del padecer que las pacientes relataban, y en la carga libidinal que no se correspondía con la representación que estas se hacían del cuerpo ni con la anatomía propuesta por la ciencia de la época. Cabe señalar que la representación de la que Freud hablaba estaba ligada a un trauma de orden sexual, en otras palabras, que la impronta de la sexualidad había dejado algo no no plausible que ser procesado por el aparato anímico.
Por otro lado, el uso de la hipnosis tuvo como consecuencia el despliegue de un saber que en lo consciente no estaba ubicado: el saber sobre la historia del padecimiento, y daba cuenta de la etiología de este último, que Freud leyó como sexual. Así, se aleja del discurso médico para dar lugar a una verdad que ya no se situaba en lo orgánico, sino cuyo lugar estaba en las representaciones que se decían a partir de la palabra. Pero el psicoanálisis mismo se inicia con un detalle freudiano: la renuncia a la hipnosis.
La hipnosis fue abandonada en cierta medida, porque reaparecían los síntomas. Dicho de otra forma, se producía una catarsis que aliviaba momentáneamente al paciente, pero después de un tiempo reaparecían de la misma forma o de otra5.
La renuncia a la hipnosis tuvo como ganancia hacer un lugar al concepto de resistencia6 y con él, al de represión. Si bien el abandono de la hipnosis supuso una pérdida respecto a la ampliación del saber del médico con respecto al material anímico de recuerdos, se halló un sustituto en el uso de las ocurrencias del paciente, la asociación libre. Entonces, junto con el concepto de resistencia y la asociación libre, se establecieron las leyes de condensación y desplazamiento propias del inconsciente7 y este último dejó de ser sólo la cualidad de lo «no consciente».
Con este sustituto, Freud se percata de que al hablar se tienen traspiés y olvidos o, como él las llama, lagunas de recuerdo. Ahí es donde se pesquisa el lugar de la verdad, relacionado íntimamente con el deseo y la represión. Lo reprimido va a estar en concordancia con el deseo. Por su parte, también los recuerdos encubridores estarán vinculados a la verdad; recuerdos de escenas en las cuales la ficción permite tratar una satisfacción prohibida que, desde el ángulo de Freud, será una satisfacción onanista8. La verdad con la que se encuentra el método catártico es aquella que se revela como el trauma de la sexualidad infantil, que es sólo asequible para el sujeto en tanto está velado por los recuerdos encubridores, con otras palabras, por una fantasía-textual.
Estas fantasías forjan el marco de la realidad psíquica y pueden localizarse en cada uno de los casos clínicos que Freud publicó, pues en ellos aborda la dimensión de la verdad como una versión en la cual la realidad es únicamente la realidad del inconsciente, y no el principio material al que se llama realidad. Nótese por ejemplo en el caso de Elizabeth von R9 cómo se va tejiendo en la historia del padecimiento el amor por el padre y el lugar que ocupa la paciente en relación a ese amor, que le permite avalarse en un síntoma ciertamente determinado por la palabra amordazada y repetitiva: estar de pie, estar parada, caminar, levantarse, soledad10, palabras que Freud va recortando para situar cómo seguir siendo hija predilecta del padre no le permitía acceder a un partenaire debido al deseo incestuoso y reprimido. Freud leyó esto en el texto de las palabras de la paciente, ubicando una verdad que se revela en pos de un grupo psíquico separado y reprimido que estaba en estrecho vínculo con haber deseado a su cuñado, al que la muerte de su hermana había dejado viudo.
También incide en el desarrollo de la verdad la construcción de una fantasía y de qué modo se hace texto en la formación del síntoma, ya que para Freud todo síntoma connota, en por lo menos uno de sus elementos, una fantasía sexual11. Por ejemplo, en el caso Dora, ella se queja de su lugar de objeto de intercambio en tanto y cuanto el lugar de su padre en la fantasía es el de un hombre sin recursos12. Esta fantasía, que el paciente no sabe pero actúa, es la certeza a la cual el análisis de Freud apunta a develar desde el saber en relación con la palabra como engañosa.
La verdad para Freud es, entonces, una verdad que debe ser revelada, que debe ser buscada en los elementos que han sido reprimidos y que apunta al trauma de la sexualidad infantil. Lacan va a servirse del vínculo que establece Freud en su obra entre la verdad y la fantasía, que se presenta como un texto ficcional donde se establece un lugar predeterminado cada vez, para el Otro y para el paciente. También entre la verdad y la palabra, pues esa va a ser la morada de la verdad. Cuando Freud se aleja de la ciencia médica, se aleja de suponer que quien habla sabe lo que dice, de ahí que haya inconsciente sujeto a ciertas leyes. Por supuesto que Freud no dejó de contemplar el vínculo entre la verdad y la castración, pues el síntoma se forma a partir de no querer saber nada con respecto a la misma.
Estas cuestiones van a componer la dimensión de la verdad, con otras referencias además de las freudianas que vamos a ir desarrollando, no sin antes aclarar que la diferencia entre la verdad para Freud y para Lacan es que para el segundo no es algo que haya que develar o des-ocultar, pues es algo que se mantiene retirado mientras se muestra; la verdad, lejos de postularse como la revelación de lo reprimido del trauma de la sexualidad infantil, es en su estructura lo que se dice a medias, a partir de lo real que la hace medio dicha, lo cual no es lo mismo. Para exponer estas diferencias vamos a recurrir a otras referencias que tomó Lacan en su enseñanza con respecto a la verdad. La referencia freudiana añade el elemento de la castración, que será lo que establezca una diferencia importante entre el psicoanálisis y la filosofía.
En conclusión, Freud se separa del discurso médico al situar la verdad en la palabra del paciente y no en “real orgánico trascendente”; el paciente relata y actúa en su fantasía la verdad de su lugar con respecto al Otro, reprimida por su carga sexual y la amenaza de castración. Esta castración es leída por Lacan en términos lógicos.
Es decir, que Lacan va a leer la obra de Freud con herramientas lógicas y matemáticas. Esto marca una distancia que nos aleja de imaginar la teoría/clínica y despejarnos de la persona o del individuo para hablar de sujeto, concepto lacaniano por excelencia.
Con este antecedente freudiano, vamos a dar comienzo al desarrollo de nuestra hipótesis: la bi-dimensión13 de la verdad que se juega en el discurso permite bordear el agujero de la no...
| Erscheint lt. Verlag | 26.6.2018 |
|---|---|
| Verlagsort | Madrid |
| Sprache | spanisch |
| Themenwelt | Geisteswissenschaften ► Psychologie ► Allgemeines / Lexika |
| Medizin / Pharmazie ► Medizinische Fachgebiete ► Psychiatrie / Psychotherapie | |
| Schlagworte | lacaniano • psicoanálisis • tesis |
| ISBN-10 | 84-685-2432-8 / 8468524328 |
| ISBN-13 | 978-84-685-2432-0 / 9788468524320 |
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