Manual de técnica ecográfica (eBook)
367 Seiten
Elsevier Health Sciences (Verlag)
978-84-9022-486-1 (ISBN)
- La obra Manual de técnica ecográfica: de la física a la práctica, está dirigida principalmente a estudiantes de los ciclos formativos de Imagen para el diagnóstico, a los técnicos en ejercicio y es también de interés para radiólogos que deseen formarse en el uso de esta técnica.
- Manual práctico de ecografía que ofrece un desarrollo global de esta técnica abarcando desde los procesos físicos hasta los protocolos de trabajo indicados en situaciones particulares.
- Con un total de 20 capítulos, esta obra abarca temas relacionados con la física ecográfica, técnicas exploratorias y protocolos de exploración, efecto biológico de los ultrasonidos en el paciente y técnica doppler entre otros.
- La obra incluye un acceso on line en www.studentconsult.es con preguntas de autoevaluación, un anexo con las 'Medidas normales de las estructuras del cuerpo humano' y un glosario.
- La obra Manual de técnica ecográfica: de la física a la práctica, está dirigida principalmente a estudiantes de los ciclos formativos de Imagen para el diagnóstico, a los técnicos en ejercicio y es también de interés para radiólogos que deseen formarse en el uso de esta técnica.- Manual práctico de ecografía que ofrece un desarrollo global de esta técnica abarcando desde los procesos físicos hasta los protocolos de trabajo indicados en situaciones particulares.- Con un total de 20 capítulos, esta obra abarca temas relacionados con la física ecográfica, técnicas exploratorias y protocolos de exploración, efecto biológico de los ultrasonidos en el paciente y técnica doppler entre otros.- La obra incluye un acceso on line en www.studentconsult.es con preguntas de autoevaluación, un anexo con las ''Medidas normales de las estructuras del cuerpo humano'' y un glosario.
Introducción
F.J. Ordóñez Gil and M.R. Gómez Carbonell*
Propósito del libro
Este libro no pretende ser otra cosa que un manual. Es, por tanto, un texto a modo de introducción cuyo objetivo es presentar de forma asequible los fundamentos técnicos de la modalidad de obtención de imágenes mediante ultrasonidos. Al mismo tiempo, es nuestra intención dar a conocer ordenadamente una serie de protocolos o procedimientos que deben seguirse en cada una de las diferentes exploraciones ecográficas, para asegurar la correcta y completa realización de las mismas con el fin de obtener un mejor rendimiento y un diagnóstico adecuado.
Es un manual basado en nuestra experiencia como ecografistas (sencillo y limitado, por lo tanto) y es un intento de ayudar al aprendizaje de esta técnica, que es compleja (no imposible) y que requiere, como casi todas, empezar con un estudio ordenado y metódico de las diferentes áreas anatómicas y sus manifestaciones ecográficas.
No es un libro enfocado al diagnóstico de la patología mediante ecografía, sino a la adecuación de la técnica para cada exploración y a la sistemática de la misma. El diagnóstico es un problema médico, la calidad de la imagen y de la exploración son problemas técnicos.
Nuestro afán es que el manual pueda ser útil, a modo de introducción, a todo profesional que deba enfrentarse al binomio ecógrafo-paciente. Como se expone en el título de la obra, partiendo de sólidos conocimientos físicos y técnicos se realizarán exploraciones precisas y eficaces.
Breve historia de los ultrasonidos
Para aproximarnos a la física de los ultrasonidos y, por tanto, a su historia, hemos de remontarnos a los primeros estudios realizados en el campo del sonido y la acústica.
El hombre necesita conocer su entorno para desarrollarse tanto individual como colectivamente. Este proceso de necesidad del conocimiento nos ha llevado primeramente a plantearnos el «¿qué?» de todo suceso y en segundo término el «¿por qué?». Uno de los fenómenos fundamentales que se producen en nuestro ámbito es el sonido; por tanto, en un plano global, la comunicación sonora facilita el desarrollo del individuo como «animal social», pero también propicia nuestra relación con la naturaleza: determinados sonidos nos alertan sobre un peligro potencial (rugido de un león), y otros pueden inducirnos a la calma (oleaje marino).
A partir del análisis de esculturas y obras de arte mobiliar, puede deducirse que la reproducción de los sonidos forma parte esencial de toda entidad cultural desde tiempos prehistóricos, pero es con Pitágoras (580-520 a. C.) cuando el estudio del sonido se encumbra como ciencia. Fue el primero en estudiar el fenómeno, ya que, como amante de la música, quería comprender el mecanismo que se escondía tras los diferentes tipos de sonido. Describió las vibraciones de las cuerdas de los instrumentos musicales, ofreciéndonos una visión matemática del comportamiento del sonido y relacionando la distancia entre los cuerpos celestes con los intervalos entre las distintas notas musicales. Aristóteles (384-322 a. C.) expuso que las partículas del aire permiten la difusión del sonido gracias a la vibración de las mismas, y que el sonido se propaga por fenómenos de contracción y expansión. Este es el paso previo al concepto de onda, que no vería la luz hasta el siglo XVII con los trabajos de Boyle.
Vitrubio (80-15 a. C.), arquitecto de Julio César, estudió la mecánica de las onda y habló sobre conceptos como interferencias, ecos y reverberaciones. Aplicó los conocimientos existentes sobre acústica en el diseño y construcción de anfiteatros, aunque el concepto de acústica como tal lo desarrollaría Sauver en el siglo XVII.
El estudio y análisis del sonido sufrirá un letargo que abarcará hasta el Renacimiento, produciéndose durante la edad moderna la gran eclosión de trabajos sobre el sonido. Gassendi (1592-1655) determinó que la velocidad del sonido no influye en los distintos tonos, Galileo Galilei (1564-1642) analizó la conexión entre el movimiento vibratorio de los cuerpos y los sonidos resultantes. Por otro lado, el matemático Martin Mersenne (1558-1648) relacionó la frecuencia con el tono. El final de este período histórico culminará con Isaac Newton (1643-1727), quien desarrolló la teoría matemática de la propagación del sonido en su obra Principia. Paralelamente Leibniz realizó similares descubrimientos.
La época contemporánea se inicia con las investigaciones sobre los sonidos no audibles. Spallanzani (1729-1799) estudió los ultrasonidos en la naturaleza y descubrió que los murciélagos podían volar en total oscuridad evitando obstáculos. Más tarde, en 1876, Galton inventó un silbato no audible por los humanos, utilizando los sonidos de alta frecuencia, fijando así los límites de la audición humana.
En el siglo XIX los físicos F. Savart (1791-1841) y D. Colladen determinaron la velocidad del sonido en un medio acuático. Este hecho es especialmente relevante, ya que hasta ese momento se creía que el sonido no se propagaba en el agua. El experimento se llevó a cabo en un lago de Ginebra y consistió en golpear una campana bajo el agua a la vez que se explosionaba una carga de pólvora a una distancia de 10,5 millas. Un observador se colocaba con una trompetilla, protegida con una membrana, cuyo extremo se encontraba sumergido bajo el agua, y comparaban el tiempo transcurrido entre la percepción de la explosión y la del sonido de la campana a través de la trompetilla. El resultado obtenido fue de 1.435 m/s. En la actualidad la velocidad aceptada es de 1.480 m/s.
Savart llevó a cabo otros experimentos de gran importancia para la acústica como, por ejemplo, el Disco de Savart, que produce una onda sonora de frecuencia conocida.
Los hermanos Pierre y Jacques Curie observaron en 1880 que algunos cristales (como el cuarzo y la turmalina), cuando son sometidos a una deformación mecánica, generan una diferencia de potencial eléctrico (voltaje) entre ciertas caras del cristal (efecto piezoeléctrico). Asimismo, si aplicáramos al cristal un potencial eléctrico, obtendríamos una deformación en el cristal que hace que este vibre (efecto piezoeléctrico inverso). Es interesante observar la relación existente entre esta línea de investigación y el movimiento vibratorio de los cuerpos, según Galileo.
Entrado el siglo XX, tras el hundimiento del Titanic, el meteorólogo británico L. F. Richardson patentó en Inglaterra el primer dispositivo para la localización subacuática de objetos basándose en el sonido. A este siguieron otros artilugios que utilizaban los ultrasonidos, como los desarrollados por A. Behm o R. Fessenden, pero eran técnicamente deficientes y, por tanto, su aplicación fue postergada. Durante la I Guerra Mundial los ultrasonidos vivieron un nuevo avance y fueron utilizados para localizar submarinos enemigos. Especial atención merece el estudio del francés Paul Langevin, quien trabajó junto con C. Chilowski en 1915 en un sistema hidrófono para detectar submarinos, basándose en la emisión y recepción de sondas electrostáticas. Más tarde, en 1917, R. Boyle y A. Beaumont hicieron evolucionar este método, utilizando en su lugar transductores piezoeléctricos. Este hito facilitó el desarrollo de los ultrasonidos en medicina.
A partir de este momento el estudio de los ultrasonidos sufre una verdadera revolución que culminó con los trabajos de Sergei Sokolov al aplicar, en 1928, los ultrasonidos para la detección de irregularidades en materiales sólidos; en 1938 ideó un sistema que mostraba imágenes generadas por ultrasonidos.
La primera aplicación en el campo de la medicina se la debemos a Karl Dussik, psiquiatra austríaco, y a su hermano Frederik Dussik, físico, quienes en 1942 vieron la posibilidad de visualizar tumores cerebrales utilizando los ultrasonidos. Desarrollaron un método llamado «hipersonografía», consistente en un generador de ultrasonidos, un transmisor, un receptor, un amplificador de conversión de señal luz y un papel fotográfico termosensible. El paciente era introducido en una bañera con agua y el transmisor y el receptor se situaban a ambos lados de su cabeza. Karl Dussik creyó obtener resultados alentadores, pero debido a las dificultades...
| Erscheint lt. Verlag | 24.2.2014 |
|---|---|
| Sprache | spanisch |
| Themenwelt | Medizin / Pharmazie ► Gesundheitsfachberufe ► MTA - Radiologie |
| Medizin / Pharmazie ► Medizinische Fachgebiete ► Radiologie / Bildgebende Verfahren | |
| Medizin / Pharmazie ► Pflege | |
| ISBN-10 | 84-9022-486-2 / 8490224862 |
| ISBN-13 | 978-84-9022-486-1 / 9788490224861 |
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