Incursiones en el Tractatus de Ludwig Wittgenstein (eBook)
172 Seiten
Fondo de Cultura Económica (Verlag)
9786071687616 (ISBN)
Margarita M. Valdés obtuvo la maestría en filosofía en Smith College (Northampton, Massachusetts), donde estudió con Alice Ambrose, discípula directa de Ludwig Wittgenstein; posteriormente realizó estudios de doctorado en la Universidad de la Sorbona, en París, bajo la dirección de Jacques Bouveresse, y más adelante en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde obtuvo el doctorado en filosofía. Ha sido investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM y profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de esta misma universidad desde 1970. Es compiladora, entre otras obras, de Pensamiento y lenguaje. Problemas en la atribución de actitudes proposicionales (1996) y, con Miguel Ángel Fernández, de Normas, virtudes y valores epistémicos. Ensayos de epistemología contemporánea (2011). En 2016 coordinó y cuidó la edición de una extensa antología en castellano de la obra de Gottlob Frege intitulada Escritos sobre lógica, semántica y filosofía de las matemáticas. Ha publicado diversos artículos en revistas especializadas sobre el pensamiento de Wittgenstein y dictado conferencias en varias universidades de México, Argentina, Colombia y España sobre los temas que aborda este libro.
Proemio
Breve esbozo biográfico de Ludwig Wittgenstein
Hay algunos filósofos cuya vida resulta totalmente irrelevante conocer para entenderlos. Hay otros, en cambio, cuya vida y obra parecen estar estrechamente entrelazadas. Ludwig Wittgenstein pertenece a este segundo grupo.1
Ludwig Josef Johann Wittgenstein nace en Viena el 26 de abril de 1889 en el seno de una familia culta y acaudalada. Su padre, Karl Wittgenstein, había logrado hacer por sí mismo una enorme fortuna en la industria del acero, llegando a ser, en el último tercio del siglo XIX, uno de los hombres más ricos del Imperio austrohúngaro. Su madre, Leopoldine Kalmus, venía de una importante familia de terratenientes y poseía un gran gusto por el arte y la cultura; su gran sensibilidad musical la llevó a acercar a sus hijos desde muy temprana edad a lo mejor de la música de la Austria de fin de siglo.2 Tanto Karl Wittgenstein como Leopoldine Kalmus provenían de familias de judíos conversos; Karl Wittgenstein por ambos lados, Leopoldine Kalmus por el lado paterno. El bisabuelo paterno de Wittgenstein, al convertirse al cristianismo, había cambiado su apellido original, «Meyer», por el de su aristócrata empleador, «Wittgenstein».
Ludwig fue el menor de una familia de ocho hermanos; su educación tuvo lugar, primero, en casa con tutores privados; luego, al creer sus padres que era más capaz con las manos que con la cabeza, fue enviado a una escuela técnica, la Realschule de Linz, de donde más tarde pasó a la Technische Hochschule de Berlín, donde estudió ingeniería mecánica. Su vida se vio, desde muy temprano en la juventud, tocada por la tragedia. Al terminar su formación de ingeniero en Berlín, en 1908, dos de sus hermanos mayores, Hans y Rudolf, ya habían muerto por su propia mano. La depresión y el pensamiento en el suicidio parecen haber asediado las mentes de todos los jóvenes Wittgenstein, sin que contemos con una explicación razonablemente aceptable de ese tema.3
En el otoño de 1908, Wittgenstein marcha a Manchester, Inglaterra, a proseguir sus estudios de ingeniería, habiendo elegido la aeronáutica como especialidad. Fue precisamente en Manchester donde aparece con enorme fuerza su interés por las matemáticas y por sus fundamentos. Lee entonces The Principles of Mathematics de Bertrand Russell y los Grundgesetze der Arithmetik del gran lógico y filósofo alemán Gottlob Frege. Estas lecturas no sólo fascinan al joven Wittgenstein, sino que lo llevan a obsesionarse con la idea de encontrar una salida a la paradoja que Russell había descubierto en el tratado de Frege sobre los fundamentos de la aritmética.4 El enorme interés de Wittgenstein por los problemas filosóficos que plantea el proyecto de fundamentación de la matemática lo conduce en esa época incluso a la idea de escribir un libro sobre el tema; pero, dado su casi nulo entrenamiento formal en lógica y filosofía de las matemáticas, decide permanecer en Manchester estudiando aeronáutica hasta llegado el verano de 1911. En ese momento, el interés por los problemas lógicos a la base de las matemáticas se había convertido, para el joven Wittgenstein, en una idea fija. Parte entonces de vacaciones a Austria y, a su paso por Alemania, decide visitar a Gottlob Frege, quien era profesor en la Universidad de Jena en la provincia de Turingia. Luego de entrevistarse con Frege, a quien el joven Wittgenstein le presenta la idea del libro que quiere escribir, y siguiendo su recomendación, viaja a finales del verano de 1911 a la Universidad de Cambridge, Inglaterra, con el fin de estudiar lógica y matemáticas bajo la tutoría de Bertrand Russell.
De 1911 a 1913, Ludwig Wittgenstein permanece en Cambridge. Establece, entonces, una estrechísima relación académica y personal con Russell, la cual, luego de alcanzar una extraordinaria intensidad, desemboca en varios enfrentamientos y más tarde se desvanece al través de los años hasta casi desaparecer. También establece una gran amistad con el profesor G.E. Moore, quien mostró mucho interés por su trabajo filosófico, y con un grupo de brillantes estudiantes de la Universidad de Cambridge que formaban parte de una sociedad secreta conocida como «Los Apóstoles», entre los que se hallaban Lytton Strachey, John Maynard Keynes, E.M. Forster y Roger Fry. Es precisamente durante su estancia en Cambridge, y en contraste con las tesis que por entonces sostenía Russell sobre la lógica y las matemáticas, cuando Wittgenstein comienza a dar forma a sus primeras ideas originales sobre la naturaleza de la lógica y del significado lingüístico.
En el verano de 1913, Wittgenstein deja Cambridge y se dirige a Noruega, donde se instala en una cabaña apartada, en el fondo de un fiordo, para poder dedicar su tiempo exclusivamente a pensar sobre los problemas lógicos que lo inquietaban e iniciar el desarrollo de una novedosa concepción de la lógica y el lenguaje. Su idea era escribir finalmente aquel libro que desde 1908 tenía en mente y que varios años más tarde se convertiría en su formidable Tractatus logico-philosophicus. Poco tiempo después de llegar a Noruega, es visitado por G.E. Moore, quien estaba convencido del genio filosófico de Wittgenstein y quería apoyarlo para que presentara una tesis en la Universidad de Cambridge que le permitiera graduarse. Como un verdadero pupilo, Moore toma pacientemente notas que Wittgenstein le dicta durante semanas, especialmente sobre la naturaleza de la lógica.5 La Universidad de Cambridge, sin embargo, no le permitió presentar esas notas como tesis para concluir sus estudios universitarios.
En las Navidades de 1913 viaja a Viena a visitar a su padre enfermo, el cual muere al poco tiempo de haber llegado a casa el joven Ludwig, en enero de 1914. El estallido de la guerra europea en ese momento le impide regresar a Cambridge. Wittgenstein se enlista entonces voluntariamente en calidad de soldado raso en el ejército austriaco, no sólo convencido de que participar activamente en la Gran Guerra era un deber patriótico, sino pensando también que eso lo ayudaría a superar su infelicidad y a formar su carácter. Siempre lleva consigo en su mochila un diario en el que anota sus inquietudes personales y en el que continúa dando forma a sus ideas filosóficas.6 También carga con el Evangelio abreviado de León Tolstói que adquiere en los primeros días de su servicio militar en la ciudad polaca de Tárnow.7
Luego de participar en diversas operaciones bélicas, y estando la guerra a punto de terminar, Wittgenstein y sus compañeros de batallón son tomados prisioneros en Italia y llevados a la prisión de Monte Cassino, donde pasan cerca de un año. Es durante ese periodo cuando Wittgenstein termina de escribir la primera versión de lo que será su Tractatus logico-philosophicus. Estando cautivo se entera del suicidio, ocurrido en 1917, de un tercer hermano, Kurt, al parecer por una cuestión de honor militar y para evitar caer prisionero en manos enemigas. Durante esa misma guerra, otro de sus hermanos, el notable pianista Paul Wittgenstein, pierde el brazo derecho en una acción militar en contra del ejército ruso, y luego de ser herido es llevado prisionero a Siberia. Pero, ni el horror de la guerra ni la derrota austriaca ni las grandes desgracias familiares ni la noticia de la muerte en la guerra de su amigo más íntimo y querido, David Pinsent, impiden que Ludwig Wittgenstein ponga el punto final a su obra en agosto de 1918 y, en 1919, envíe a Bertrand Russell la versión definitiva de su Tractatus logico-philosophicus.
En el otoño de 1919, Wittgenstein manda una carta a Russell en la que le pide que escriba una introducción a su «pequeño tratado». Ya Russell era para entonces un filósofo conocido en toda Europa, y Wittgenstein pensó que esa introducción lo podría ayudar, tal vez, a encontrar algún editor. En Viena, más de tres editores habían rechazado ya su libro,8 lo cual lo había hundido en la desesperanza. Gracias a la insistencia de su amigo Ludwig von Ficker, editor de la revista Der Brenner, y gracias también a la introducción que Bertrand Russell aceptó escribir para el libro, finalmente el Tractatus es publicado en alemán en 1921, en los Annalen der Naturphilosophie. Esa publicación, sin embargo, no tuvo ninguna repercusión inmediata. Más tarde, en 1922, luego de que el manuscrito fue rechazado por Cambridge University Press, Russell logra que se publique en Inglaterra en versión bilingüe alemán-inglés, con traducción al inglés de C.K. Ogden y Frank P. Ramsey, en la editorial Kegan Paul de Londres. Esa publicación fue precedida de la introducción escrita por Bertrand Russell, la cual Wittgenstein siempre consideró, no sin razón, que malinterpretaba totalmente sus ideas.
En el Tractatus, Wittgenstein pensó, según escribe en el «Prólogo» del libro, «[haber] resuelto, en lo esencial, los problemas de modo definitivo» y haber terminado, así, su carrera como filósofo. Tenía entonces treinta años. Toma en ese momento una decisión de vida eminentemente ética y, para él, sumamente liberadora: renunciar a la herencia que su padre le había dejado al morir, y convertirse en un simple maestro rural que viviría de su modesto salario. Se somete a la preparación necesaria para desempeñar esa tarea entre los años 1919 y 1920, y de 1920 a 1926, ¡seis largos años!, trabaja como maestro rural de escuela primaria en la...
| Erscheint lt. Verlag | 10.6.2025 |
|---|---|
| Sprache | spanisch |
| Themenwelt | Geisteswissenschaften ► Philosophie ► Logik |
| Schlagworte | estética • Filosofía • Lenguaje • Lenguaje y lenguas – Filosofía • lógica • Lógica simbólica y matemáticas • pensamiento • Teoría y Crítica |
| ISBN-13 | 9786071687616 / 9786071687616 |
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