Te quiero pero no funciona (eBook)

Sebastián Girona (Autor)

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2025
168 Seiten
Plataforma (Verlag)
9791387568573 (ISBN)

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¿Por qué parece tan complicado mantener una relación de pareja feliz a largo plazo? Sebastián Girona aborda, sin rodeos, las dinámicas que nos afectan en la convivencia diaria: la comunicación fallida, los malentendidos comunes, y los conflictos de expectativas entre hombres y mujeres. Este libro no solo identifica los problemas más frecuentes, sino que ofrece estrategias prácticas para superarlos, desde aprender a gestionar las diferencias hasta reconectar con el amor y la complicidad. Una obra que desmitifica las relaciones de pareja, ayudándonos a entender que el amor no siempre basta y que, con compromiso y trabajo conjunto, es posible recuperar la chispa y la armonía.

Sebastián Girona nació en Buenos Aires y reside en España desde 2021. Estudió Psicología en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en vínculos y relaciones de pareja. Columnista habitual en medios digitales, radio y tv, es creador del  podcast 'Modo Terapia' donde explora diversos temas de psicología, y junto a Emma Ribas del podcast 'La Pareja Perfecta', que ofrece una mirada realista y constructiva sobre las relaciones de pareja.

Textauszug

1. ¿Por qué no funciona?

Dicen que todo puede acabar como un cuento que termina mal y, lamentablemente, es cierto. Pero cuando comenzamos una relación de pareja, en general, tenemos toda la ilusión de que no sea así. De que sea lo contrario, de que seamos felices y podamos construir un vínculo que nos haga bien a los dos y nos potencie. Yo diría que, la mayoría de las veces, ambos tienen estas expectativas sobre la pareja. Luego habrá que ver si tienen con qué hacerlo, pero eso es otra cosa.

En España, según el último informe sobre la «Transformación y crisis de la institución matrimonial», elaborado por el Observatorio Demográfico CEU, un poco más del 50 % de las parejas casadas se acaban separando y un tercio se divorcia antes de los veinte años de casados, una de cada cinco lo hace en los primeros diez años de matrimonio y una de cada ocho se divorcia en los primeros siete años. Son números fuertes que, además de ser impactantes, nos llevan a pensar en cuáles son los motivos y qué podemos hacer para evitarlo en nuestra relación.

Son muchos los libros y los textos que han intentado dar cuenta de los principales problemas que puede vivir una pareja. Muchos han sostenido tener la fórmula mágica para que tu pareja no se derrumbe frente a una crisis. Todos estamos de acuerdo en que el amor, el respeto, el entendimiento, entre otros, son aspectos fundamentales para que un vínculo no termine naufragando en el océano de los divorcios y de las separaciones.

Seguramente, todo y un poco más de lo descrito en el párrafo anterior es necesario para construir una pareja sana y fuerte. A veces, aunque existan estos atributos, las parejas se separan igualmente. A veces el amor no alcanza y, si las cosas no funcionan, una pareja finalmente puede separarse aunque se quiera mucho.

La pareja cumple un rol fundamental en el mundo. En el desarrollo de la humanidad ha asegurado la reproducción de la especie, ha colaborado con la supervivencia física, ha servido también para desarrollar beneficios económicos y hasta para alcanzar estatus social. La pareja es la base de la familia y, como tal, estructura la evolución de la raza humana, no solamente por la procreación, sino también por la prohibición del incesto. Además, el hecho de estar en pareja satisface también una necesidad básica de contacto humano que todos tenemos. Como seres humanos que somos, necesitamos sociabilizar tanto como comer. Por supuesto que esto no lo satisface solamente un vínculo amoroso, pero su aporte es de gran importancia.

Existen diversos estudios psicológicos que dan cuenta de los beneficios de la vida en pareja: mejora y colabora con la salud de sus integrantes porque el cuidado mutuo, especialmente después de los cuarenta años, es fundamental para que la vida dentro de la relación aumente el potencial de salud de ambos.

La pareja también es un antídoto para luchar contra la soledad y sus fantasmas. Muchas personas anhelan estar con alguien para compartir la vida con lo bueno y lo malo que conlleva. La ilusión de tener un compañero o compañera con quien transitar, soportar y proyectar la vida es un objetivo significativo para muchas personas, independientemente del género. Este punto responde a la necesidad básica que tenemos todos los seres humanos de amor y pertenencia. Porque, aunque los amigos cumplan un rol fundamental en nuestras vidas, una pareja es diferente a la hora de formar un equipo para enfrentar las adversidades y compartir las victorias.

Pero ¿hay que estar en pareja a cualquier precio?

Fragilidad matrimonial

Me parece muy importante pensar por qué las parejas se separan o, dicho de otra forma, cuál es el motivo fundamental para que esto ocurra tan seguido. Más allá de que existan muchos motivos (por ejemplo, infidelidad, maltrato físico o psicológico, celos, falta de comunicación, control excesivo, falta de sexo, aislamiento, etc.), todos están en el plano de la superficie, tienen que ver con la anécdota. Sería como la gota que colma el vaso. Muchas veces las parejas se pelean por motivos «tontos», por ejemplo, si yendo en el coche doblo en una calle o en otra, si ella colgó la toalla de una manera o de otra, si yo me olvidé de lo que tenía que comprar, etc. De hecho, pasados unos días de la pelea, muchas parejas no recuerdan por qué discutieron. Es decir, las peleas se presentan muchas veces por las cosas más sencillas del mundo. Por supuesto, también existen peleas por motivos más complejos, pero estas no son las más habituales, las más comunes son las cotidianas. Por debajo de estos motivos del día a día, y de manera solapada, existe un porqué estructural que siempre suele ser el mismo.

Evidentemente, hay algo en las parejas que no termina de funcionar. ¡Muchas de las que se separan se quieren! Y, de hecho, no quisieran terminar, pero el día a día y la carencia de cuestiones básicas a la hora de construir un vínculo hacen que la relación no pueda continuar. Todo esto genera una fragilidad matrimonial en la pareja que pone en serio riesgo al vínculo.

¿Cómo puede tu pareja evitar este final? ¿Por qué las parejas se separan casi a la vuelta del registro civil o a la vuelta del lugar en donde se conocieron?

No existe una receta para que tu pareja sea una pareja feliz, no existe tal cosa. Si alguien tuviera eso, sería la persona más consultada del planeta. Pero, así como no tengo dudas de que no existe eso, tampoco tengo dudas de que las parejas pueden mejorar y ya se ven más vínculos, de mayor calidad y más parejos en todos los sentidos. Pero todavía son una excepción.

Siglos diferentes

Lo que a mí me toca ver en la consulta, y no deja de repetirse en los últimos años, es un hombre que no llega, que no alcanza las expectativas mínimas de una mujer que a veces puede tener un exceso de paciencia y tolerancia.

Un hombre que no sabe cómo se hace, que muchas veces no lo entiende o, si lo entiende, no quiere dar lo que se precisa para formar una relación sana. Muchos de estos hombres fueron educados y vieron a sus padres sostener una relación con mucho menos esfuerzo del que se les pide a ellos hoy en día. Estas parejas que funcionaron de ejemplo para estos niños eran, probablemente, de muy baja calidad y además sucedían en un mundo por completo diferente al de hoy. Y, como si esto fuera poco, en aquella época la exigencia de la mujer no existía. Por suerte, y por el esfuerzo de muchas mujeres, las cosas han cambiado.

Es la mujer quien muchas veces lucha por la relación y también por sostener la familia. De hecho, nueve de cada diez pedidos de terapia de pareja los hace una mujer, y ese hombre, que es uno de cada diez, se comunica siguiendo una indicación de su pareja. A partir de esto, una de las preguntas iniciales que hago en la primera sesión de la terapia de pareja es si los dos están de acuerdo en acudir a la terapia. Hago esta pregunta porque el hombre, en general, tiene cara de «no sé por qué estoy aquí, pero sé que, si no vengo, la situación será peor».

Muchas veces me preguntan por qué critico tanto a los hombres a la hora de comentar la realidad de muchas parejas, y yo me quedo pensando. La verdad es que no es una crítica, es una descripción de lo que veo en el consultorio desde hace más de quince años. Ya me gustaría a mí, como hombre que soy, poder defenderlos más y estar más orgullo de mi género, pero lo cierto es que no paro de ver lo que ya es un clásico de clásicos.

Se trata de una mujer que mira al hombre intentando construir un vínculo, que intenta conectar, pero que se frustra, que no llega a hallar lo mínimo que espera dentro de la relación y que muchas veces se pregunta si está pidiendo demasiado, si tendría que conformarse con menos y listo.

Enfrente encuentro a un hombre mirando para otro lado, distraído. Muchas veces ni enterado de que la situación de la pareja se está agravando. Hasta que un buen día la bomba de la separación le explota al lado.

Y así pasan los días y las semanas, los meses y los años, desconectados y cada vez más lejos, pero con un daño que se va acumulando en la base de la relación y que corroe al vínculo: lo va destruyendo lenta y silenciosamente.

Yo sintetizo este desencuentro estructural entre la mujer y el hombre en una frase que lo resume todo: «Muchas parejas no funcionan porque están formadas por un hombre del siglo xx y una mujer del siglo xxi».

Esto quiere decir que la mujer y el hombre tienen diferentes formas de entender el hecho de estar en pareja. Durante mucho tiempo, la mujer aceptaba la forma propuesta por el hombre (que era completamente beneficiosa para él), pero de un tiempo acá la mujer se dio cuenta de que estar en pareja no tiene que ser sinónimo de estar sometida, no tiene que ser tampoco una limosna porque es peor estar sola, ni tampoco debería ser un favor que el hombre le hace. Desde hace unos años, las mujeres se dieron cuenta de que estar en pareja es mayoritariamente para estar bien, para transitar la vida con un compañero que esté a su altura, que entienda que nada se sostiene en esta vida sin esfuerzo y que la pareja no es una excepción.

Observo esto en el consultorio desde hace tiempo y lo he visto tanto en parejas como cuando hago terapia individual de adultos, en donde muchas mujeres describen lo mismo a pesar de no acudir a la consulta con su pareja. Lo he visto en parejas de personas de treinta, cuarenta, cincuenta y más años, en diferentes estratos sociales y culturales y en personas de diferentes nacionalidades.

Señales y alarmas

Pero ¿cómo me puedo dar cuenta...

Produkt-Details

• Erscheint lt. Verlag: 16.4.2025
• Verlagsort: Barcelona
• Sprache: spanisch
• Themenwelt: Geisteswissenschaften ► Psychologie ► Allgemeine Psychologie
• Schlagworte: Amor • Comunicación • Convivencia • Crisis • pareja • relaciones • toxicidad
• ISBN-13: 9791387568573 / 9791387568573